Hace un tiempo, comencé a explorar nuevas maneras de decorar mi hogar, y me encontré con el estilo Cottagecore. Este estilo, inspirado en la vida rural, tiene algo que me atrajo de inmediato. Hay algo en su esencia que invita a la calma, a la sencillez y a la conexión con la naturaleza, que es exactamente lo que quería reflejar en mi espacio.
El Cottagecore no se trata solo de colocar algunos muebles rústicos o flores en jarrones. Es una filosofía, una forma de vivir más tranquila y menos influenciada por la rapidez de la vida moderna. La idea es crear un ambiente acogedor, lleno de piezas que parecen tener historia, y donde cada rincón se sienta como un refugio. Es ese toque de nostalgia por la vida en el campo, pero con un aire cálido y actual.
Uno de los primeros pasos que di fue reemplazar algunos muebles de mi casa por aquellos que tienen una estética más natural. Madera envejecida, muebles con un toque artesanal y piezas que parecieran haber sido hechas a mano tienen ese algo especial que no se encuentra fácilmente en muebles comerciales. Los tonos de la madera, en especial los de colores claros o con acabados más desgastados, añaden un aire acogedor a cualquier espacio.
El color juega un papel fundamental. En lugar de los tonos fríos y artificiales que dominan muchos estilos contemporáneos, el Cottagecore opta por tonos suaves y naturales. Me encontré buscando beige, verde oliva, terracota y cremas, colores que evocan la tierra, el campo y la serenidad. Estos tonos crean una atmósfera relajante y, sobre todo, invitan a desconectar de lo mundano.
Los textiles son otro elemento crucial en este estilo. Me sorprendió cómo algo tan sencillo como unas cortinas de lino, unos cojines de flores o una manta de lana pueden transformar una habitación. Los tejidos naturales, como el algodón, el lino o la lana, son esenciales para capturar esa vibra rural. Además, los patrones florales, a cuadros o de rayas en tonos suaves, son casi un sello distintivo del Cottagecore. Es un estilo que juega mucho con lo vintage, por lo que las piezas que encuentras en tiendas de antigüedades o de segunda mano tienen un valor especial.
Y, por supuesto, las plantas. Es casi imposible hablar de Cottagecore sin mencionar la conexión con la naturaleza. Empecé a añadir plantas en cada rincón de la casa. No solo las plantas grandes, como las suculentas o las enredaderas, sino también flores secas que colocan un toque romántico y nostálgico. Tener flores frescas o secas no solo es decorativo, sino que también trae un aire fresco y natural que se siente en toda la casa.
La iluminación también es clave. Nada de luces frías o fluorescentes. En lugar de eso, busqué lámparas de estilo vintage, con bombillas cálidas que crean una luz suave y acogedora, perfecta para los atardeceres tranquilos o para pasar las tardes leyendo o disfrutando de una buena conversación. Las velas también juegan un papel esencial; me encanta cómo su luz cálida envuelve la habitación y crea una atmósfera serena.
Lo más importante del estilo Cottagecore es que no se trata solo de la decoración, sino de adoptar una mentalidad. Es un recordatorio de que la belleza está en lo sencillo. Se trata de crear un espacio en el que te sientas conectado con la naturaleza y donde cada objeto tenga un propósito o una historia. Si lo piensas bien, cada detalle en el Cottagecore habla de un estilo de vida menos acelerado, más consciente y tranquilo. ¡Y eso es justo lo que busqué traer a mi hogar!
Así que, si te gustaría incorporar el estilo Cottagecore en tu casa, empieza con lo que te haga sentir más conectado con la naturaleza. A veces, solo necesitas un toque de verde, una manta suave o una lámpara antigua para transformar tu espacio en un refugio donde siempre puedas desconectar y disfrutar de lo simple.
