Directamente desde Santiago al nuevo aeropuerto de Castro, en un vuelo de una hora y media aproximadamente, llegamos a la preciosa isla grande de Chiloé para conocer el nuevo y renovado hotel Tierra Chiloé, el más reciente destino de la familia Tierra Hotels parte de Ski Portillo.
Ubicado en la localidad de Rilán, el hotel Tierra Chiloé se emplaza como refugio perfecto para la contemplación de península Rilán y del Humedal de Pullao, dos zonas maravillosas de la isla.
Al llegar, el hotel nos sorprende por su arquitectura típica y tradicional chilota, con tejas de madera, amplios ventanales y un diseño vanguardista. Con solamente 24 habitaciones, el nuevo Tierra Chiloé posee una propuesta completamente innovadora que busca cautivar a los amantes del diseño con un renovado concepto de hotel de lujo, enfocado en vivir la experiencia del contacto de la naturaleza junto a la estética y cultura de la isla.
El hotel cuenta además con un spa de primer nivel, un completo espacio de wellness con sala de masajes, sauna y baños de vapor, junto a una piscina temperada al interior y una al aire libre, con una vista espectacular al mar interior Pacífico.
Pero es sin duda la decoración la que se roba todas las miradas en este nuevo hotel, gracias al trabajo realizado por las decoradoras Alexandra Edwards y Carola Delpiano, quienes fueron las encargadas de recrear la estética de Chiloé con ese toque acogedor, hogareño y elegante que caracteriza a cada uno de los hoteles de esta prestigiosa cadena.
El desafío de las diseñadoras fue integrar la artesanía chilota junto al diseño chileno contemporáneo en muebles y objetos funcionales, es por eso que invitaron a destacados artistas nacionales y artesanos locales para que trabajaran en la creación del mobiliario del hotel, a través de piezas únicas y exclusivas que representaran la identidad de la cultura chilota.
Dentro de las instalaciones del hotel, los objetos que destacan son el diseño del nuevo bar, con una barra de 14 metros con luminaria de cobre, una escultura de piedra que evoca las vertientes de la cordillera de Los Andes ubicada en el Spa, las lámparas de mimbre que cuelgan en los techos y las alfombras de lana tejidas a mano con fibras naturales por artesanos locales.
Los exteriores del hotel también destacan por su hermoso diseño. Catalina Phillips fue la encargada del paisajismo e incorporó flora nativa en grandes canastos de mimbre que pueden ser vistos desde el hotel. Además, se sumaron huertos y un invernadero que tiene zona de compostaje, caballerizas y cultivos, que son parte de las experiencias que pueden disfrutar los huéspedes del Tierra Chiloé. La renovación del hotel contempló también la incorporación de amplios ventanales que permiten disfrutar de una vista de ensueño de toda la bahía, y cuenta además con una terraza de observación hacia el Humedal Pullao, junto a un patio interior que invita a la relajación y a la contemplación de la naturaleza.
Fueron 9 los diseñadores nacionales que formaron parte de la puesta en escena del hotel: Si Studio, representantes de Pet Lamp en Chile, Felipe Arriagada, arquitecto chileno del estudio 1a10 Design, El equipo de Mueble Campesino, liderado por el arquitecto Sebastián Erazo y la periodista Sofía Bustamante, Muebles Valdés. el estudio chileno Gt2p, que se dedica al paracrafting, fusión de tecnología digital con artesanía tradicional, Nueve Design Studio, Beltrán Díaz, diseñador industrial chileno, el estudio de diseño bravo!, que se dedica a crear objetos contemporáneos y funcionales a través del rescate de materiales y técnicas tradicionales chilenas y Casa Sur.
En cuanto a los artesanos que participaron en el proyecto, destacan los lafkenches –“gente del mar” en mapudungún- quienes recolectaron chupón y pita, dos plantas nativas de la zona para realizar cestas conocidas como pilwa, y Guillermo Cayún, artesano autodidacta quien trabaja la madera de ciruelillo con herramientas fabricadas por él.
Además de estos diseñadores y artesanos, hay artistas visuales de larga trayectoria que han trabajado de la mano de Tierra Hotels, como es el caso de Claudia Peña, artista visual chilena heredera del arte latinoamericano, quien realizó un mapa de Chiloé a través de la intervención de objetos, y Gerardo Ariztía, escultor chileno que trabaja a gran escala sobre piedra, quien esculpió tres piedras de granito y las ahuecó para construir un mecanismo por donde circula el agua en la fuente y en los dos lavamanos del spa.
Por otro lado, en el hotel se exhiben los famosos “nichos”, obras encapsuladas dentro de los muros, creadas por 4 grandes artistas: Matilde Huidobro, Leonardo Portus, Antonia García y Justine Graham.
Pero no todo es arte, diseño y arquitectura en este destino, porque el hotel Tierra Chiloé posee una gran variedad de excursiones, que van desde actividades outdoor como kayak, andar a caballo o trekking, hasta actividades gastronómicas y culturales. Así fue que nos introducimos en su barco Williche rumbo a la isla Chelin, en un viaje de aproximadamente una hora y media por un mar precioso, rodeado de naturaleza verde, delfines, aves silvestres hasta llegar a la isla, donde conocimos su iglesia principal, una de las 16 iglesias patrimoniales que posee Chiloé, el cementerio de la isla y un lindo mirador en las alturas hacia la preciosa bahía.
Al regresar, nos dejamos cautivar por una cena de primer nivel. Y es que otro de los puntos que sorprende en este nuevo hotel es la gastronomía, enfocada en rescatar recetas tradicionales de la isla, Su sistema all inclusive permite a los pasajeros disfrutar de comida fresca y conocer las preparaciones locales, con una extensa carta con una amplia oferta de platos típicos y donde además ofrecen versiones de platos vegetarianos y veganos. Además, se creó un mercadito donde se exponen los productos más icónicos de la zona como papas, hierbas y conservas a modo de despensa a la vista.
El nuevo hotel Tierra Chiloé es sin duda un destino ideal para quienes buscan vivir una experiencia sensorial única, sumergiéndose en la cultura chilota y vibrar con la identidad chilena, además de disfrutar de una estadía de primer nivel.
